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Creciendo por la luna


A veces me siento afuera, miro los Ć”rboles y me pregunto quĆ© susurran mientras la brisa sopla entre sus hojas, haciĆ©ndolos charlar y bailar. ĀæQuĆ© antiguos chismes circulan por los vientos alisios que atraviesan los continentes? Sea lo que sea, lo mantienen muy por encima de nuestras cabezas humanas, como los viejos dioses que son.

Mientras la tierra mantiene cerca su verdadera mano, hay pistas y empujones por todas partes. Uno de estos empujones con el que quizĆ”s ya sepas que estoy un poco obsesionado es la conexiĆ³n entre la luna y el jardĆ­n. Todas las culturas, desde los maorĆ­es hasta los celtas, sincronizaron sus tareas de jardĆ­n ( y la mayorĆ­a de las demĆ”s tareas ) con sus ciclos.

cuento popular noruego

ĀæPero por quĆ©? He estado experimentando con la incorporaciĆ³n de la luna al jardĆ­n y he visto sus efectos, pero querĆ­a profundizar y encontrar quĆ© impulsĆ³ esta conexiĆ³n inseparable entre los pueblos antiguos, las estrellas y Si intentas buscar algo sobre el jardĆ­n lunar, ellos Le darĆ© informaciĆ³n breve y vaga sobre cĆ³mo hacerlo, pero sin antecedentes reales. Esta es una prĆ”ctica que se ha realizado durante miles de aƱos, los abuelos de muchas personas todavĆ­a usan estos mĆ©todos. TenĆ­a que haber mĆ”s .

AsĆ­ que tuve que empezar por el principio, con el nacimiento de la luna. RĆ”pidamente quedĆ³ muy claro cĆ³mo se formĆ³ esta conexiĆ³n. Si bien no podemos decir con absoluta certeza cĆ³mo se formĆ³ la Luna, la versiĆ³n mĆ”s aceptada es la teorĆ­a del impacto gigante . Esta teorĆ­a afirma que la Luna se formĆ³ durante una colisiĆ³n entre la Tierra y otro planeta del tamaƱo de Marte. La luna es de la tierra y la tierra es de la luna. Hueso de hueso, sal de sal, tierra de tierra .

Me encanta la cita de Susan Orlean en el libro The Orchid Thief:

Si realmente hubieras amado algo, Āæno permanecerĆ­a siempre un poco de ello?

A riesgo de romantizar un poco, creo que debe haber alguna conexiĆ³n intangible que persiste entre la luna y la tierra. Por supuesto, conocemos los efectos muy obvios sobre las mareas oceĆ”nicas, pero la cuestiĆ³n va mĆ”s allĆ” de eso.


Mareas cĆ³smicas y mareas terrestres.

Si bien los cientƭficos han estudiado las mareas oceƔnicas durante cientos de aƱos, no fue hasta finales de los aƱos 50 y 60 que pudieron confirmar que tambiƩn hay mareas dentro del suelo . Asƭ es, la tierra en realidad se abulta y deprime sutilmente con los movimientos de la luna.

Lo que es aĆŗn mĆ”s fascinante es que estas mareas terrestres no se ven obstaculizadas por masas de tierra en la superficie , como edificios o incluso montaƱas . Ocurre a tal escala que la rigidez de la roca que se desplaza es irrelevante . Al igual que las mareas oceĆ”nicas, se observa que estas mareas terrestres alcanzan su punto mĆ”ximo en las lunas nueva y llena. TambiĆ©n como la luna, estas mareas terrestres se mueven en forma semidiurna. (o cada 12 horas) tambiĆ©n, como una gran bestia que inhala y exhala cada dĆ­a.

Estas mareas terrestres desplazan la superficie de la Tierra sĆ³lo 12 pulgadas diarias, y aunque esto puede no parecer mucho para la persona promedio, los vulcanĆ³logos y geĆ³logos las tienen en alta estima. Esto se debe a que se ha demostrado que las mareas terrestres contribuyen a las erupciones volcĆ”nicas y los terremotos. Un simple desplazamiento de 12 pulgadas es suficiente para causar perturbaciones continentales. Pero, por supuesto, los pueblos antiguos ya sabĆ­an todas estas cosas.

de un almanaque lunar de Rosemary Ellen Guiley

TambiĆ©n tenemos que tener en cuenta que tambiĆ©n hay agua dentro de la tierra; el nivel freĆ”tico como lo llamamos. Cabe imaginar entonces la importancia que esto puede tener a la hora de planificar la siembra y la cosecha en el jardĆ­n. Muchas personas estudiadas naturalmente se burlarĆ”n de tales cosas, pero si un movimiento del tamaƱo de mi antebrazo influye en los terremotos , y los cientĆ­ficos tardan cientos de aƱos en ponerse al dĆ­a con la sabidurĆ­a indĆ­gena, Ā”tal vez no deberĆ­an descartarlo tan rĆ”pidamente!


Eso nos lleva a un descubrimiento aĆŗn mĆ”s reciente. Recientemente se publicĆ³ un estudio de 40 aƱos que comenzĆ³ en 1977 y terminĆ³ en 2015 estudiando las mareas cĆ³smicas. Finalmente estamos aprendiendo a medir mĆ”s fuerzas intangibles que nuestros antepasados conocĆ­an tan bien.

Estas mareas invisibles son creadas por la plasmasfera , una regiĆ³n de plasma magnetizado que sigue las lĆ­neas del campo geomagnĆ©tico hacia arriba desde la Tierra hasta la atmĆ³sfera durante el dĆ­a y luego colapsa nuevamente durante la noche, al igual que las mareas oceĆ”nicas y terrestres. Estas mareas cĆ³smicas tambiĆ©n coinciden con las fases de la luna, subiendo y bajando a medida que crece y mengua.

Entonces, ĀæquĆ© efecto tienen realmente estas mareas cĆ³smicas? El estudio afirma que estas mareas cĆ³smicas tienen un efecto global sobre las precipitaciones , otro factor importante en nuestras tareas de jardinerĆ­a. Sin embargo, el estudio queda abierto, lo que sugiere que estas mareas cĆ³smicas podrĆ­an tener efectos de largo alcance que aĆŗn tenemos que determinar.


Todo estƔ cambiando y transformƔndose constantemente.

Ahora podemos ver que incluso la ciencia ha reforzado la creencia ancestral de que la tierra estĆ” viva y se comunica con la luna. Los ocĆ©anos, la tierra, la energĆ­a cĆ³smica que estĆ” encima, todo fluye y refluye bajo la atracciĆ³n de la luna y las estrellas. Ā”Todo estĆ” cambiando y transformĆ”ndose constantemente!

Simplemente siĆ©ntese afuera y mire a su alrededor. Incluso en un dĆ­a sin brisa, las plantas se balancean ligeramente y las hojas tiemblan silenciosamente. Simplemente se mueven a un ritmo diferente al nuestro. Nada es estacionario; no el suelo ni los Ć”rboles ni las montaƱas. Saber que todo lo que estĆ” debajo, encima y alrededor de nosotros estĆ” siendo movido constantemente por fuerzas cĆ³smicas da una idea mĆ”s clara de por quĆ© los ancestros pensaban que era tan importante sincronizar sus propios movimientos con estos ritmos.

Incluso si estas tareas parecen insignificantes y los efectos imperceptibles, Āæ quĆ© mayores cambios podrĆ­an ocurrir si las cumplimos?

Crecer junto a la luna era un medio de supervivencia para los pueblos antiguos. Y en estos tiempos en constante cambio de nuestra era moderna, es posible que queramos prestar atenciĆ³n a sus esfuerzos una vez mĆ”s.

Ya sea que obtengamos nuestros conocimientos de estudios cientĆ­ficos o del parloteo de los Ć”rboles, cada vez estĆ” mĆ”s claro que hay algo que decir acerca de no sĆ³lo mirar hacia abajo al suelo mientras cultivamos, sino tambiĆ©n mirar hacia el cielo. No sĆ³lo estamos arriba, tambiĆ©n estamos abajo . Darnos cuenta de esto puede ayudarnos a encontrar nuestro propio lugar dentro de todo esto.


Siglos antes de todos estos estudios, Shakespeare escribiĆ³ una vez:

Hay una marea en los asuntos de los hombres.

Porque no es sĆ³lo el entorno que nos rodea el que fluye y refluye, sino que tambiĆ©n estĆ” dentro de nosotros. El cuerpo tambiĆ©n anhela fluir con estos ritmos. Ā”A menudo son estas pequeƱas tareas intencionales las que marcan la diferencia!


{ Las medicinas terrestres de MamaSeed se cultivan a partir de semillas siguiendo el calendario lunar. } MantƩn la curiosidad y el amor, Jaya








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